El peso de la conciencia...
-Hombre cuánto tiempo...
-Sí, la verdad es que ya hacía bastante.
-Ahora estoy bastante ocupada.
-No tranquila, yo me quedo aquí sin hacer ruido.
-Verás es que... tu presencia me incomoda.
-No te preocupes. Yo me siento aquí a un ladito.
-¿Cuánto tiempo piensas quedarte?
-El que haga falta, yo no tengo prisa. Sólo quiero acompañarte.
-¿No podrías hacer una excepción por esta vez?
-No lo creo, es más, pasaremos una buena temporada juntas...
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