Pan con aceite y sal

la merienda de casa de la yaya

sábado, abril 22, 2006

El peso de la conciencia...



-Hombre cuánto tiempo...

-Sí, la verdad es que ya hacía bastante.

-Ahora estoy bastante ocupada.

-No tranquila, yo me quedo aquí sin hacer ruido.

-Verás es que... tu presencia me incomoda.

-No te preocupes. Yo me siento aquí a un ladito.

-¿Cuánto tiempo piensas quedarte?

-El que haga falta, yo no tengo prisa. Sólo quiero acompañarte.

-¿No podrías hacer una excepción por esta vez?

-No lo creo, es más, pasaremos una buena temporada juntas...