Con la polémica se ahorran en publicidad, qué chollo

Ya hemos oído numerosas críticas hacia Teresa. El cuerpo de cristo, desde que se estrenó el pasado 9 de marzo.

El director de la película es Ray Loriga, quien debutó como director con La pistola de mi hermano en 1997. Este madrileño es escritor- autor de relatos como Lo peor de todo, Caídos del cielo y Héroes-, y guionista- participó en el guión de la película Carne trémula de Almodóvar, así como en El séptimo día de Carlos Saura y Ausentes de Daniel Calparsoro. Su apariencia de chico malo no ha desaparecido con la edad, y es que ya ha cumplido los cuarenta. Un madurito con un look desenfadado e informal, no está mal, no está mal.

Paz Vega es la protagonista y la causa de tanto revuelo. Una morena, guapa y sexy interpretando a una santa que vive experiencias místicas con gruesas pinceladas eróticas. Una provocación en toda regla.
A los señores de la iglesia no les ha gustado nada. No están de acuerdo con el carácter que se le ha dado al personaje de Paz Vega y mucho menos con su relación con Cristo. Consideran que "roza el límite de lo aceptable, casi carnal". Según Orellana, director del Departamento de Cine de la Conferencia Episcopal, la película puede que "irrite a ciertas sensibilidades" (puede que les produzca sarpullido) ya que ofrece una "visión exclusivamente materialista de la experiencia mística".

Oigan, que es una pelicula española y, en las películas españolas, siempre hay chicha. No es un documental, es un filme que muestra la vida de una mujer descontenta con la hipocresía de su época, necesita vidilla y un buen reclamo para ir al cine. La polémica es una buena estrategia para hacer taquilla (que falta le hace al cine español). Y más si viene de la mano de alguien polémico como es Ray Loriga, quien tuvo que mudarse de barrio por las críticas que recibió de sus vecinos a los que no le gustó la forma en la que quedaban retratados en una de sus novelas.
Según la revista Quo la película parece un cruce entre Lucía y el sexo y La última tentación de Cristo.

Mucha crítica, pero en el S.XVII un escultor ya hizo algo parecido: Bernini esculpió el Éxtasis de Santa Teresa, que se encuentra en la Iglesia de Santa Maria della Vittoria. Esta representación en mármol en su época también fue polémica, ya que puede hacerse una lectura sexual: ¿hay relación entre el éxtasis místico y el placer físico? Opina tú mismo. Se trata de una representación simbólica: la Santa está a punto de recibir el dardo divino, icono del pene (esto no me lo invento yo, está en libros de Historia del Arte). Y, ahora fíjate en el rostro de placer y la sonrisa picarona que nos regala la Santa. Vamos, puro éxtasis.

Una provocación barroca en toda regla, obra más representativa y emblemática de Bernini, que, como Loriga, también dio qué hablar. Con la Iglesia hemos topado.